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Editorial del Programa ECOS del día 3 de Junio de 2010

 

Tauromaquia: crueldad medieval que la mayoría de los españoles ya no quiere

 

 

Leíamos el otro día sobre el debate que hay en España acerca de las corridas de toros.
Hace poco tiempo hubo una nueva Movilización en Madrid en contra de las corridas de toros, que, dicen, es una de las tradiciones más arraigadas. "La tortura no es cultura", decía el gran cartel que abría la manifestación de unas cincuenta asociaciones defensoras de los derechos de los animales y antitaurinas que rechazan la resolución de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de declarar a la tauromaquia como Bien de Interés Cultural.
Esperanza Aguirre, una de las líderes de la derecha más intransigente dentro del Partido Popular, hizo declarar al toreo como un Bien Cultural y pronto se adhirieron a la iniciativa Valencia, Murcia y Navarra.
Tres mil personas marcharon entre Plaza de la Villa y la Puerta del Sol, el corazón de Madrid, desplegando sus pancartas criticando la "fiesta nacional" y a Esperanza Aguirre.
"Torero, cabrón, trabaja de peón", "Esperanza, te gusta la matanza", coreaban los manifestantes.
La escritora Ruth Toledano dijo en un improvisado discurso que la tauromaquia "es un mal de nulo interés cultural"
El toreo supone la muerte y el sufrimiento de miles de animales cada año y no puede ser justificada de ninguna manera, dicen. Y de hecho, ya el 70% de las encuestas van en contra de esta práctica casi medieval.
El Parlamento de Cataluña está debatiendo la posible prohibición de las corridas de toros.
El Rey Juan Carlos de España, como no podía ser de otro modo, dio su apoyo a las corridas durante un acto realizado en Sevilla para entregar los Premios Universitarios y Taurinos del año pasado.
Es el espectáculo de masas más antiguo de España y uno de los más antiguos del mundo, que adopta su modo actual a finales del siglo XVIII en España, donde la corrida finaliza siempre con la muerte del toro.
Las corridas de toros están prohibidas en muchos países y hasta en zonas de España: Barcelona se declaró ciudad antitaurina en 2004,
según una encuesta Gallup en 2002, el 31% de los españoles se mostró muy o algo interesado en las corridas de toros mientras que un 68,8% no mostraba ningún interés.
En 2006, El 72,1% de la población española afirmaba no tener ningún interés por los espectáculos taurinos.
Pero no son nuevas las críticas: en la antigüedad romana, ya Cicerón se pronunciaba contra los espectáculos con fieras.
Prudencio, Casiodoro, San Agustín o San Juan Crisóstomo, censuraban los espectáculos públicos con fieras
La bula papal Salute Gregis (1567), de Pío V, prohibió los espectáculos taurinos. Gregorio XIII, su sucesor, levantó parcialmentela prohibición ocho años después a ruego de Felipe II.
Miguel de Unamuno se posicionó en contra declarando: "Siempre me han aburrido y repugnado las corridas de toros."
Félix Rodríguez de la Fuente, el naturalista español, afirmó de la tauromaquia: "La fiesta nacional es la exaltación máxima de la agresividad humana."
Ha habido manifestaciones antitaurinas en Bilbao, Pamplona, Zaragoza, Gijón, Murcia, Medinaceli, Valencia, Ampuero, San Sebastián, Cuenca, Alicante, Palma de Mallorca, Santander, Oviedo y Algemesí.
El toreo es una práctica de crueldad que atenta contra los derechos de los animales, y que no puede ser considerada ni una manifestación cultural, artística ni deportiva.
Hay muchísimas canciones populares, de rock y de punk que cantan contra esta práctica tan cruel. Fue difícil elegir una porque son muy vehementes y son realmente muchísimas. Vaya una, para palpar el sentir de los propios españoles jóvenes contra la crueldad.