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Editorial del Programa ECOS del día 16 de Julio de 2011

 

Naturalizar la contaminación?: no comer más pescado ni espinacas?

 

Seguimos naturalizando la contaminación.
Seguimos diciendo: pero si esa lamparita de bajo consumo tiene poquito mercurio! Si total, el termómetro… ¿qué es un milímetro cúbico de mercurio? ¡Nada!
Y tranquilos, porque total, es “nada” vamos por la vida aceptando cosas.
Como que en España, el gobierno ha anunciado a embarazadas y niños que no deben comer atún rojo ni pez espada. Por qué? Porque tienen demasiado mercurio y resultan tóxicos siempre, pero más aún en gestantes y pequeños.
España, por primera vez – y escuche bien- le doce a la gente que además, los bebés no deben comer acelgas ni espinacas.
Consumo cero de pescados como el atún rojo o el pez espada para mujeres embarazadas y niños menores de tres años. Por su elevado contenido en mercurio (grandes peces), cadmio (crustáceos) y nitratos (hortalizas)

 

 


Hasta ahora se recomendaba que las mujeres embarazadas y los niños menores de tres años no consumieran más de 100 gramos a la semana de pez espada o cazón, y no más de dos raciones de atún rojo.
Claro que las presiones del sector pesquero para relajar los niveles máximos aceptables de mercurio, decidió encargar a comité científico una reevaluación de los riesgos.
El Gobierno ocultó siete años el resultado del estudio de los tóxicos en el pescado.
La ONG Oceana recurrió a la justicia y luego de mucho andar por oficinas y tribunales, se destapa el dictamen confidencial de 2003 elaborado por el Instituto Español de Oceanografía, que halló una concentración muy superior a la permitida en muestras de las tres especies recogidas en el Atlántico y el Índico. Sin embargo, el informe fue calificado como confidencial y todos los Ejecutivos desde entonces se han negado a hacerlo público. La organización ecologista litigó más de tres años, y ha logrado que la Audiencia Nacional le diera acceso al texto. El Ministerio de Medio Ambiente sostiene que el informe era considerado interno, ¿qué tenían que andar preguntando?
La Ley de Acceso a la Información Ambiental en España, similar a la nuestra, obliga a que todos los documentos de Medio Ambiente sean públicos,. Sin embargo, el ministerio se negó y Oceana recurrió a la Audiencia Nacional. En diciembre de 2009 obtuvo un fallo favorable pero aún así el departamento decidió enviar, un año después, un informe mutilado. En marzo pasado, tras la queja pública de Oceana, el ministerio le remitió el informe.

Los funcionarios ¿seguirían dando pescado o espinacas a sus hijos?
Las funcionarias embarazadas, ¿comerían pescado?

Por un lado, ésa pregunta que quedará abierta, desde luego.
Por el otro, si seguimos diciendo que “un poquito” no hará nada. Que total, como dicen que son lamparitas ecológicas, seguro los que las hacen, lo saben bien.
Podemos seguir mintiéndonos de esa manera?
Días atrás hablaba con un técnico del INTI y me venía con esos argumentos.
Gracias a que miles de técnicos y funcionarios en el planeta sostuvieron esos argumentos desde hace años, es que hoy, las embarazadas y los pibes de España no pueden comer ciertos pescados y ciertas verduras.
¿Y el resto del planeta? Porque esos metales son ubicuos y andan insidiosamente metidos por todos lados. Los españoles tendrán estómago VIP y ellos sí se cuidan? Pasa como cuando YPF hacía nafta sin plomo y se la vendíamos todita a Europa? Usted se ha preguntado estas cosas?