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Editorial del Programa ECOS del día 25 de Julio de 2015

 

Se está rajando un basurero nuclear en el Pacífico

 

Una vez más, aparecen indicadores que acusan frontalmente al modelo nuclear.
En el enorme cráter de la isla Runit, en el atolón de las Islas Marshall, en el océano Pacífico, EE.UU. enterró toneladas de desechos radioactivos producidos en sus pruebas nucleares y fabricación de material bélico, entre 1946 y 1958. Y le pusieron una cúpula que se llama Runit Dome, pero que los habitantes locales llaman 'La Tumba'.
Y se fueron, como hicieron en Palomares (España) en el mismísimo Estado de Washington, en Mururoa, en Fangataufa, en fin, la lista es enorme…
Años después, tal como cuando uno va a ver la pelopincho al siguiente verano y la pone a llenar, los lugareños avisaron: muchachos: pierde.
La cápsula está hecha de 358 paneles de hormigón de 45 centímetros de grosor, y contiene 85.000 metros cúbicos de desechos radioactivos. El agua se acumula alrededor de los bordes de la cúpula, y partes del hormigón ya han comenzado a agrietarse. Las plantitas crecen alegremente encima. Pero bajo tierra, los desechos radioactivos empezaron a fugarse del cráter, lo cual ha sido confirmado por un informe de 2013 del Departamento de Energía de EE.UU, según citan los medios, informe que estoy solicitando al Departamento de energía de Estados Unidos, y espero me lo manden.
Los que viven cerca, los científicos y nosotros, los activistas ambientales tememos que un desastre natural pueda romper ese hormigón dejando que su contenido se vierta todo en el océano Pacífico. Existe la posibilidad de que tifones, tsunamis, está justo en el lugar sísmico más activo del planeta, con mayor cantidad de volcanes (es el anillo de fuego del Pacífico) y por si fuese poco en línea directa con Fukushima.
Es que, saben? esa cúpula nunca fue una solución permanente.
El proyecto costó poco: 218 millones de dólares y fue diseñado como un arreglo temporal, una manera de almacenar material contaminado hasta que se elaborara un plan de descontaminación permanente.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense insiste que ha cumplido con todas sus obligaciones y que la jurisdicción de la cúpula y sus contenidos reside en las Islas Marshall. Pues que se arreglen allá!
Los habitantes de la isla sostienen que una nación con una población de 53.000 personas es incapaz de afrontar la posible catástrofe radioactiva que podría suceder con ese presente nuclear que les han dejado los estadounidenses.
Qué cosa no?
Juntemos el muro de hielo para frenar las aguas radiactivas en Fukushima,
Las cenizas radiactivas que se van para Europa de los incendios en Chernobyl,
Las arenas radiactivas en la playa de Palomares,
Nuestro agua radiactiva debajo de Ezeiza,
La colina radiactiva en Malargue,
Los tachos subterráneos en el estado de Washington que pierden a la napa y al rio,
Mayak y los otros preciosos centros nucleares abandonados en la ex URSS
Podría estar toda la hora enlistando estas cosas, y tendríamos: un capitulo de Los Simpson!