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Editorial del Programa ECOS del día 6 de Mayo de 2017

 

Ley de semillas, funcionarios y conflictos de interés

 

 

Hoy quería abrir recreando una nota que publicó el colega y amigo Darío Aranda en Página 12 hace pocos días y que releva los resultados de la investigación de Greenpeace que demuestra que al menos treinta funcionarios, legisladores y empresas de transgénicos (que son quienes manejan más de la mitad del mercado mundial de semillas) están haciendo un lobby feroz para que la nueva ley de semillas Argentina sea a la medida de sus negocios.
El trabajo de Greenpeace comienza diciendo “Quien controla las semillas, controla la alimentación” y también denuncia que hay ONG que se presentan como científicas y más allá de todo debate, y que sin embargo son financiadas por las empresas que producen transgénicos. Recuerda Darío Aranda que solo son cuatro los conglomerados que dominan el 60 por ciento del mercado mundial de semillas: Monsanto-Bayer, Syngenta-ChemChina, Dow-DuPont y BASF. Dice el informe: “Conflicto de intereses, ‘puertas giratorias’ (ayer en las empresas, hoy en el Gobierno, y viceversa), negocios compartidos y lobby son algunas de las situaciones que confirman que se trata de un proyecto de ley que sólo busca beneficiar a las grandes compañías”.
Quiénes son los funcionarios que nos señalan los compañeros: Ricardo Buryaile (ministro de Agroindustria), Guillermo Bernaudo (jefe de Gabinete de Agroindustria), Ricardo Negri (secretario de Agricultura), Pablo Torello (diputado nacional), Beatriz “Pilu” Giraudo (coordinadora de Políticas Públicas para el Desarrollo Sustentable), Ignacio Garciarena (director nacional de Agricultura), Gustavo Lopetegui (coordinador Económico de Jefatura de Gabinete), Martín Lema (director nacional de Biotecnología), Leonardo Sarquís (ministro de Agroindustria de Buenos Aires) y Gustavo Idígoras (ex Ministerio de Ciencia, actual Monsanto), entre otros. Todos con conflictos de intereses por pertenecer a esas ONGs ad hoc o a empresas que están en asociación directa o indirecta con las corporaciones que tratan de meter sí o sí, la nueva ley de semillas.
A finales del año pasado, el Gobierno envió al Congreso su proyecto de ley para avanzar en el Derecho de Propiedad Intelectual sobre las semillas.
Eso es otro modo de hablar del patentamiento de las semillas, imaginando que pudiese patentarse la vida.
Una vez más, se supo que ese proyecto limita el uso que cada campesino da al grano (uso propio, conservar de un año a otro las semillas para resembrarlas) y que vuelven a estar en ronda las organizaciones que tratan de aparecer como neutrales, apolíticas y lo que es peor: científicas.
La lista es larga y habla por sí sola: Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa, la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola, Argenbio, la Asociación Semilleros Argentinos, la Asociación Argentina de Ciencia de las Malezas, la Asociación Argentina de Protección de las Obtenciones Vegetales, Casafe, y un largo etcétera.
Y no es que a Greenpeace se le ocurrió pensar mal de estos muchachos, y fantasear con las relaciones entre ellos y los hacedores de la ley. Hay un capítulo que cuenta explícitamente la relación entre cada funcionario y cada empresa. Un ejemplo: Beatriz “Pilu” Giraudo, funcioaria hoy pero que fue hasta 2016 presidenta de Aapresid, que se sostiene con fondos de Monsanto-Bayer, Syngenta, Dow-Dupont y BASF.
Esta ley, indudablemente reviste de mayor poder a las corporaciones de agrotóxicos, lo que termina inevitablemente en más contaminación para las personas y las tierras, menos selvas, bosques o pastizales, y un campesino que tiene prohibido guardarse semilla para el año siguiente.
Darío Aranda señala que es llamativo el rol de la Fundación Red de Acción Política, que dice en sus estatutos que existe para “ocupar espacios de poder para transformar el país en función de valores y conductas compartidas”, y que sus financiadores son la Cámara de Comercio Argentino-Estadounidense que no es otra cosa que un pool compuesto por Syngenta, Dow Chemical, Chevron, Barrick Gold, Coca Cola, Los Grobo, Monsanto y muchos otros…. “ocupar espacios de poder para transformar el país en función de valores y conductas compartidas” …? Yo los valores y conductas de estos señores no los comparto. ¿Y usted?