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Editorial del Programa ECOS del día 5 de Agosto de 2017

 

El rechazo a los transgénicos –dice la empresa- es un problema de “comunicación”…

 

 

Una vez más, la investigadora del grupo ETC, Silvia Ribeiro, desentraña las tramas Monsanto.
Dice Silvia que el estado de California incluyó en la lista de sustancias cancerígenas al glifosato, principal ingrediente del herbicida RoundUp de Monsanto, que en un año deberá ser etiquetado como agente que puede causar cáncer. Monsanto por supuesto apeló la decisión, alegando que afecta sus intereses comerciales y afirmando que no hay pruebas de que sea cancerígeno. Pero sus propios estudios a principios de la década de 1980 muestran lo contrario.
En pago chico, el Concejo Deliberante de General Alvear, provincia de Mendoza, sancionó hace apenas dos semanas una ordenanza para prohibir el uso del Glifosato, que allá se usa para el control y erradicación de malezas en espacios públicos.
En pago grande, Monsanto afronta en una corte de distrito de San Francisco, Estados Unidos, 91 juicios iniciados por personas que sufren cáncer linfoma non-Hodgkin, acusan a la empresa de haberlos expuesto al glifosato ocultando que podía causar cáncer. Los casos, presentados en varios distritos, se combinaron en un litigio único que debe sentenciar el juez Vince Chhabria en diciembre de este año. Hay otras 1.100 demandas de personas que han presentado casos similares contra Monsanto en diferentes cortes.
Un documento clave de Monsanto es un estudio de la propia empresa publicado en 1983, sobre el efecto del glifosato en 400 ratones de laboratorio, que muestra que un número significativo de ratones expuestos al glifosato en alimentación, desarrollaron tumores.
Cuando se le pusieron las cosas oscuras, Monsanto comenzó una fuerte campaña para adoctrinar a funcionarios y científicos de la EPA que incluyó emplear a algunos en su empresa, hasta que logró que algunos declararan que no estaba claro que los tumores se relacionaban al glifosato.
La lista de evidencias es enorme, y siempre la pongo a disposición de quien la quiera revisar. Incluye papers y declaraciones de academias sobre el glifosato, y siempre es incompleta, porque día a día aparecen más trabajos de investigación.
Mientras tanto, otra cosa que aumenta día a día es la ola de juicios contra Monsanto y la pila de evidencia de cómo esta corporación sabía de los daños del glifosato y los transgénicos, pero puso millones y millones de dólares en científicos, funcionarios, instituciones, para ocultarlo.
Cuenta Silvia además, que en un simposio internacional sobre bioseguridad en Guadalajara en junio de este año, dijeron que la oposición a los transgénicos es un problema de comunicación… claro que las conferencias ese día sobre “bioseguridad” las dieron: 11 conferencias, Monsanto. Dupont dio 9. Syngenta ofreció 3 y Bayer 1. Gente, científicos que alertan, comunidades fumigadas, escuelas fumigadas, médicos de pueblos fumigados: nadie.