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Editorial del Programa ECOS del día 14 de Septiembre de 2019

 

¡Central nuclear flotante!

 

 

Ahora que estamos todos muy sensibilizados con Chernobyl, tengo una nota que le sorprenderá:
Una central nuclear flotante. Su nombre es Académico Lomonósov. Greenpeace lo llama el "Chernobyl flotante". Es la primera central nuclear flotante de Rusia, que comenzará a operar en diciembre de este año.
Su diseño y construcción ha durado una década y su periplo comenzó en abril de 2018, cuando salió a remolque de San Petersburgo rumbo a Múrmansk. La localidad está cerca de la remota base militar en la que murieron cinco personas por un accidente durante el ensayo de un misil nuclear, cuyos detalles son secreto de Estado, y que elevó los índices de radiación en una localidad cercana.
Una coincidencia que ha alimentado el debate en torno al eventual impacto ambiental de un fallo de esta central flotante. Rosatom, la agencia atómica rusa, insiste en que el Académico Lomonósov no puede hundirse en ninguna circunstancia -ni siquiera en caso de desastre natural- y que incorpora enseñanzas del desastre de 2011 en Fukushima (Japón).
Las autoridades rechazan cualquier comparación con el caso de Chernobyl y esgrimen la diferente potencia de los reactores nucleares: dos, de 35 MW cada uno, capaces de suministrar energía a una ciudad de unos 100.000 habitantes.
Greenpeace y otros grupos ambientalistas insisten, en cambio, en la amenaza que supone la instalación, que precisa ser remolcada, lo que hace más fácil que sea objetivo de un atentado terrorista. También cuestionan la necesidad de enviar estaciones nucleares flotantes para generar electricidad en regiones remotas. El Académico Lomonósov necesitará dentro de siete años un recambio del combustible nuclear, para lo que deberá ser remolcado nuevamente a Múrmansk, con el consiguiente gasto y amenaza de contaminación.
El navío tiene 140 metros de largo y 30 de alto y permite albergar a 342 personas, 80 de forma permanente y el resto en turnos rotatorios de mes y medio. Cuenta también con un gimnasio, una piscina y un bar, en el que no se sirve alcohol.
Este tipo de submarinos nunca se ha producido antes. Será, de hecho, la primera planta nuclear flotante desde el MH-1A Sturgis, el reactor militar estadounidense que proveyó de electricidad al canal de Panamá entre 1968 y 1975, cuando se consideró que su mantenimiento era excesivamente caro.
El proyecto para construir una planta nuclear flotante de la Westinghouse Electric en aguas costeras del Estado de Nueva Jersey en los años setenta fue abandonado por las protestas de la gente y la falta de consumidores.
Uno de los elementos de fondo del proyecto es el energético. Pevek, la ciudad portuaria en la península de Chukotka donde atracará recurre al carbón (traído desde las minas del distrito Zyrianka, en Yakutia) y a la antigua planta nuclear de Bilíbino para producir electricidad. El Académico Lomonósov, argumentan las autoridades, contribuirá precisamente a reducir las emisiones contaminantes -al frenar la quema de carbón- y a cerrar la obsoleta planta nuclear. Pevek tiene menos de 6.000 habitantes, pero necesita la energía para la industria minera de la zona, especialmente los yacimientos de oro. ¡Todo cierra!
¿Usted trabajaría en esa central?