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Editorial del Programa ECOS del día 1 de Octubre de 2022

 

Refinerías y derrames cerebrales

 

 

Muy buenas. Ha salido una excelente nota sobre refinerías de petróleo y derrames cerebrales. ¿Alguna vez se ha preguntado si vivir cerca de una refinería de petróleo aumenta el riesgo de sufrir un derrame cerebral?
Pues el equipo de científicos de las universidades Yale y Brown en Estados Unidos y de la Universidad Nacional de Seúl en Corea del Sur, se lo preguntaron e hicieron un estudio cuyos resultados nos ofrecen la respuesta tan temida. Aparentemente, sí.
Dicen los investigadores que se sabe que el proceso de refinar el petróleo emite múltiples agentes contaminantes que en investigaciones anteriores han sido relacionados con enfermedades que provocan derrame cerebral.
Basta con recordar Villa Inflamable, en el Dock Sud, adonde la Agencia de Cooperación Japonesa (JICA) hizo un impresionante trabajo con plomo y aromáticos en la sangre de los niños que allí viven.
Sin embargo, la relación entre el riesgo de derrame cerebral y la exposición a esos agentes contaminantes cuando se vive cerca de pozos petrolíferos y refinerías no se había estudiado bien hasta ahora.
Agregan los investigadores que los subproductos de la producción y el refinado del petróleo incluyen una mezcla de agentes contaminantes que pueden afectar a la calidad del aire, la de la tierra y la del agua potable en zonas pobladas.
Y para investigar la asociación entre la exposición a sustancias químicas provenientes de las refinerías y la cantidad de derrames cerebrales en adultos, se centraron en el sur de Estados Unidos, que como se sabe, es una zona donde es fácil investigar ese tema porque allí hay una elevada concentración de pozos petrolíferos y refinerías.
Tomaron datos oficiales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de siete estados del sur de EE.UU. y analizaron las zonas situadas en un radio de 2,5 kilómetros o 5 kilómetros de las refinerías de petróleo. En estas zonas, hay una gran presencia de dióxido de azufre, que es una sustancia química que puede aumentar el riesgo de derrame cerebral y que es un agente contaminante típico de los pozos petrolíferos y las refinerías.
La influencia de ese dióxido de azufre hace, según los cálculos de los autores del estudio, que vivir cerca de refinerías de petróleo sea la causa de un 5,6 por ciento de derrames cerebrales en adultos. Este porcentaje difiere según el estado y también según el sector dentro de cada estado. El récord lo tiene un sector de Texas en el cual un 25,3 por ciento de los derrames cerebrales son atribuibles aparentemente a las refinerías de petróleo.
El estudio se titula “Residential exposure to petroleum refining and stroke in the southern United States”. Y se ha publicado en la revista académica Environmental Research Letters. (Fuente: NCYT de Amazings)