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Editorial del Programa ECOS del día 25 de Febrero de 2023

 

Barreras a productos con huella ambiental

 

 

Muy buenas. Yo no sé si les habrá pasado de largo, pero la noticia de que a partir del 1º de enero de este año, la Unión Europea penaliza la entrada de productos con huella ambiental apenas fue comentada, y está implicando una barrera para-arancelaria de primer orden.
Si bien va a ir implementándose lentamente y por etapas, empezando por la importación de hierro, acero, cemento y fertilizantes, luego va a abarcar madera, papel y alimentos, entre otros productos. Y ahí nos quiero ver.
Se llama Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera y está sujeto a revisión por parte de la Organización Mundial del Comercio. Fue decidido por el Parlamento Europeo para poner impuestos a los bienes importados con alta huella ambiental y responde al Pacto Verde Europeo de 2021 para la recuperación económica después de la pandemia, con objetivos ambientales, climáticos, con la reducción de emisiones de gases de invernadero.
La idea es no solo reducir las emisiones in situ en Europa, sino evitar las que vienen en los productos que se importen. A eso llaman “fuga de carbono”.
El compromiso de la Unión Europea es reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para el 2030 tomando como base el año 1990 y llegar a la neutralidad en carbono en el 2050.
Cuando se empiece a aplicar a los alimentos, ahí se va a poner interesante la cosa. Los importadores van a tener que notificar sus emisiones e incorporarlas en sus productos.
Y esto no es todo: el parlamento europeo ya a mediados de 2022 instaló otra regulación que obliga a las empresas a verificar que los productos que entran a la UE cuenten con una certificación de “libre de deforestación”. Imaginen las exportaciones de carne, café, aceite de soja, vino, cuero, palma aceitera, madera o sus derivados como papel y muebles... Y les cayeron con el garrote al Brasil, que fue el primer país sancionado cuando se comprobó que su soja venía de zonas deforestadas del Amazonas.
La cosa es que no sólo la Unión Europea está aplicando estas condiciones, ya que están avanzadas las discusiones en UK, Japón, EEUU y Canadá.
Estas certificaciones ambientales y sociales que protegen bosques, miden la huella de carbono, la huella hídrica, la famosa eficiencia energética en muchos casos por ahora son voluntarias, pero … se viene un futuro interesante cuando empiecen a ser obligatorias por la misma demanda de las gentes que ya no quieren ser cómplices del deterioro ambiental y busquen insumos sustentables.
Argentina ¿se pondrá en línea pronto o seguirá desplumando la gallina de los huevos de oro hasta que fenezca?
¿Verán al fin que por ahí pasan las oportunidades de negocios, y que la sustentabilidad es imprescindible para la misma existencia de producción a futuro?
¿Hasta cuándo el billete será lo que marca el rumbo? Cuando hace años decíamos que todo seguirá hasta que nos demos cuenta que el dinero no se respira, no se bebe y no se come, nos decían: no. Pero puedo comprar aire, agua y comida con él.
Bueno, nos vamos acercando a ese límite planetario en el cual ya no habrá aire, agua o comida para comprar.