Editorial del Programa ECOS del día 23 de Noviembre de 2024
Bye bye Antártida
Muy buenas… estaba leyendo un trabajo sobre la Antártida, y me acordé de que alguien, un poeta magnífico, don Pablo Neruda, decía:
Allí termina todo
y no termina:
allí comienza todo:
se despiden los ríos en el hielo,
el aire se ha casado con la nieve,
no hay calles ni caballos
y el único edificio
lo construyó la piedra.
Nadie habita el castillo
ni las almas perdidas
que frío y viento frío
amedrentaron:
es sola allí la soledad del mundo,
y por eso la piedra
se hizo música,
elevó sus delgadas estaturas,
se levantó para gritar o cantar,
pero se quedó muda.
Sólo el viento,
el látigo
del Polo Sur que silba,
sólo el vacío blanco
y un sonido de pájaro de lluvia
sobre el castillo de la soledad.
Ya si pensamos en Antártida, iríamos mucho más allá de la poesía: microplásticos en el mar, en el tejido de los peces, en los sedimentos del fondo del mar… y hasta compuestos orgánico persistentes que fueron aplicados a nuestra comida en estas regiones, y volatilizado, fue llevado por los vientos hasta caer con la lluvia allá.
Hacia una Antártida cada vez más verde, dice el artículo publicado por un equipo de científicos de las universidades de Exeter y Hertfordshire en el Reino Unido, y del BAS (British Antarctic Survey) que utilizaron datos de satélite para evaluar en qué medida la península Antártica se ha ido cubriendo de vegetación como consecuencia del cambio climático global.
¿Es positivo? ¿Es negativo? el hecho es que en la Antártida comienza a proliferar vegetación allá donde esta antes no podía vivir. La cubierta vegetal en la península Antártica se ha multiplicado por más de diez en las últimas cuatro décadas, según revela esta investigación publicada en la revista Nature Geoscience.
La península Antártica, al igual que muchas regiones polares, se está calentando más rápidamente que la media mundial, y los episodios de calor extremo en la Antártida son cada vez más frecuentes. Recordarán los 30 grados hace unos dos años atrás, en un verano tórrido en el hemisferio sur.
El equipo ha constatado que la superficie cubierta de vegetación en toda la península aumentó desde menos de un kilómetro cuadrado en 1986 a casi 12 kilómetros cuadrados en 2021. En el estudio, también se ha descubierto que esta tendencia al aumento de la cubierta vegetal se aceleró en más de un 30% en los últimos años (entre 2016 y 2021) en comparación con el ritmo de todo el periodo de estudio (1986-2021), expandiéndose en más de 400.000 metros cuadrados por año en este periodo.
A medida que estos ecosistemas se consoliden, y el clima continúe calentándose, es probable que aumente la extensión de la superficie con vegetación. En la Antártida, el suelo terroso apto para el crecimiento vegetal es escaso y suele ser de baja calidad, pero, la propia proliferación de plantas añadirá materia orgánica y facilitará la formación de suelos de mejor calidad, facilitando así que allí crezcan muchas otras clases de plantas, bastantes de ellas probablemente invasoras. Recuerdo la barrera Larsen, que era adonde llegaban los aviones militares, que ya no existe más, y me pregunto ¿es bueno o es malo? ¿se produce solo por el calentamiento o intervienen, como en casi todos los fenómenos de la naturaleza, múltiples y diversos factores? No lo sabemos, pero pronto miraremos las imágenes de aquella Antártida que fue, escucharemos a Vangelis, y la conoceremos a través de los viejos documentales.
“Satellites evidence sustained greening of the Antarctic Peninsula”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Geoscience. (Fuente: NCYT de Amazings)