Skip to: Site menu | Main content

Editorial del Programa ECOS del día 25 y 27 de Junio de 2009

 

Masacre en el Perú. Las voces de los actores y el mapa económico

 

Golpeados y conmocionados, los indígenas celebraron en silencio su victoria. Leíamos la semana pasada. Porque el movimiento indígena peruano logró una histórica victoria: que el Congreso anule las llamadas “leyes de la selva”, por una abrumadora mayoría de 82 votos a favor, doce en contra y dos abstenciones.
“Hemos ganado, nos sentimos triunfadores, pero es lamentable que el gobierno, que pudo haber solucionado esto antes, haya esperado que se dé tanta violencia, que hayan tantos muertos, para derogar estas leyes”, dijo Salomón Awananch, presidente del comité del paro amazónico.
Ese triunfo les costó sangre a los nativos de la Amazonia, dice Alberto Pizango: “A los pueblos indígenas nos han dicho que somos antisistema. Pero no, nosotros queremos el desarrollo pero desde nuestras perspectivas, que se cumpla el convenio 169 donde dice que a nosotros nos tienen que consultar y estas consultas no se han hecho en el Perú. Yo me siento ahorita no solamente perseguido, sino que mi vida está en peligro, porque defiendo el derecho de los pueblos. Y solamente por defender mi derecho legítimo, que tienen los pueblos, yo ahora me siento que estoy perseguido y muy posiblemente hasta que puede llegar a situaciones mucho más criminales.”

Fueron dos meses de protestas y bloqueos de carreteras, con un saldo de al menos 34 muertos, más de 60 desaparecidos y más de un centenar de heridos. Además, los indígenas han debido soportar la persecución contra sus principales dirigentes y una implacable campaña de satanización en su contra.
Cuenta Fredegundo Vázquez “.”Yo he visto que lo mataron de frente, pa! Después, ahí empezaron, porque el otro agarró con la lanza y [fuaaa] nos golpearon. Y decía: ‘desgraciado’. Son unos malditos. Me dijeron que sus hermanos son muertos y que nosotros también teníamos que ser muertos, igual que ellos.”
La convulsión social que tenía jaqueado al gobierno no le dejó al presidente García otra salida que retroceder. Con la anulación de las leyes rechazadas por los indígenas por facilitar el ingreso de las transnacionales a sus tierras, el movimiento indígena llamó a sus bases a terminar la huelga que empezó el 9 de abril y a desbloquear las carreteras.
Coro popular “Abajo el TLC”
El cambio de postura del oficialismo comenzó el último domingo, cuando el presidente García varió su discurso confrontacional, dejó de lado sus amenazas de endurecer la represión y, por primera vez, habló de diálogo. “Intentaremos hacer lo mas posible, pero creo que es importante decirle al país que el gobierno no es sordo a lo que necesita decirles. No es necesario quemar neumáticos para ser escuchados. Los escuchamos todos los días. Los sentimos.”
Golpeados y todavía conmocionados, los indígenas celebraron en silencio su victoria. En Bagua, epicentro de la represión contra los nativos amazónicos, nadie salió a las calles a celebrar el triunfo. La mayoría de los indígenas han regresado a sus comunidades, selva adentro, pero algunos permanecen en Bagua, reclamando por los detenidos y los desaparecidos. “Nuestros hermanos están acorralados ahí. Quiero responsabilizar al gobierno. Vamos a responsabilizar al gobierno de Alan García por ordenar este genocidio. Esto es genocidio.”
Con la anulación de las leyes se reanudará el diálogo entre los representantes de las comunidades nativas, que reúnen a unos 300 mil pobladores, y el gobierno. Pero ese diálogo no será fácil. La primera exigencia de los indígenas será el cese de la persecución contra sus principales dirigentes, que tienen orden de captura. El líder indígena, Alberto Pizango, debió viajar el martes a Nicaragua como asilado político, luego de que el gobierno lo acusara de “azuzar a la violencia” a los nativos y se ordenara su captura. “Yo me siento ahorita no solamente perseguido, sino que mi vida esta en peligro porque defiendo derechos de los pueblos y solamente por defender mi derecho legitimo, que tienen los pueblos, yo ahora me siento perseguido y muy posiblemente estos hasta pueden llegar a situaciones criminales.”
El gobierno se la jugó a fondo por unas leyes que buscaban facilitar el ingreso de las transnacionales a la Amazonia y terminó perdiendo. “Hay una conspiración en marcha que quiere evitar que utilicemos nuestras riquezas naturales para el beneficio, crecimiento y calidad de vida de nuestro pueblo. En el fondo uno comprende que ha habido voluntad de dialogo de esos policías que no han querido disparar!”
Esos decretos fueron dictados en 2008 por el presidente, Alan García, en el marco del proceso de implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Perú y Estados Unidos. Los indígenas entienden que la legislación vinculada al TLC habilita un desembarco masivo de empresas privadas extranjeras en zonas de propiedad ancestral. El Congreso también interpelará al primer ministro Yehude Simon, quien ya anunció que dimitirá en las próximas semanas, y la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, acerca de la responsabilidad de la represión policial que siguió a las protestas.
Estos decretos regulan el manejo de los recursos forestales e hídricos y facilitan a las compañías extranjeras la perforación en busca de petróleo y gas, en tierras que las comunidades indígenas consideran ancestrales. La región de la Amazonía es una de las áreas de mayor diversidad biológica del planeta.
Quería dedicar esta apertura, a esta lucha, que tristemente deja saldos terribles pero que seguirá estallando en las comunidades americanas en tanto la región siga vil ante los TLC sea como sea que se llamen (plan puebla Panamá o mesoamericano, ALCA, lo que fuere) entre gobiernos cómplices que facilitan el saqueo.