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Editorial del Programa ECOS del día 19 de Agosto de 2010

 

Rifando la Patagonia

 

 

¿Globos de ensayo, secretos revelados o bloopers del embajador?

Se pregunta mi amigo Lucas Chiappe, de Proyecto Lemu.

Represas, mineras, líneas de transmisión y más negocios internacionales... La oportuna amistad entre el Embajador de Chile, Adolfo Saldivar y Julio De Vido.
Dice Lucas que leyó la primera entrevista que le realizó el Diario El Mercurio, al flamante embajador de la hermana República de Chile en la Argentina, Adolfo Saldivar, y que aun no se repone de la impresión: "Si se hacen las hidroeléctricas en Aysén, sería factible que la línea transmisora venga por Argentina"
Primero, señala, Saldivar, muy suelto de lengua con el periodista del matutino emblemático de la derecha chilena, confiesa en unas pocas frases un plan jamás difundido hasta el momento, que estarían urdiendo los gobiernos de ambos países para encontrarle una salida viable a la confrontación que mantiene en vilo a toda la Patagonia: Me refiero al intento de construir un mínimo de 4 y un máximo de 19 Mega-represas hidroeléctricas desde la localidad de Aysen hasta el Río Puelo con el único fin de proveer una ingente cantidad de energía barata para las corporaciones trasnacionales que pretenden seguir invadiendo ambos países.
Recuerda Lucas que este descabellado plan está siendo resistido desde hace años por una Coalición Internacional de más de 50 organizaciones ambientales y sociales, alineadas en la "Campaña Patagonia sin Represas".
Entre los futuros "clientes" del siniestro plan de liberalización de los mercados latinoamericanos, conocido como IIRSA (hoy eje de los lineamientos políticos del Mercosur), existe una larga lista de corporaciones mineras, salmoneras, forestales, pasteras, fábricas de aluminio etc, que planean su próxima instalación por estas latitudes. Claro, siempre y cuando se les provea de ese insumo básico para sus proyecciones económicas: Energía a bajo costo, pingües desgravaciones impositivas, seguridades jurídicas eternas y otras facilidades para "invertir" en nuestros países.
En pocas palabras, completar aquel viejo anhelo del Hemisferio Norte de trasladar todas sus industrias más contaminantes lejos de sus propios territorios y obtener la creciente demanda de materia prima necesaria para la voracidad del consumo planetario, a un precio de oferta.