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Editorial del Programa ECOS del día 17 de Septiembre de 2011

 

Petróleo. Negros problemas

 

Se acuerda de los pozos petroleros ardiendo en Kwait?
Se acuerda del prestige en las costas gallegas?
La plataforma hundida en el Golfo de México?
El Exxon Valdes?
Son las puntas del iceberg: episodios de resonancia y alcance mediático fuerte, y seguro se acuerda.
El Amoco Cadiz frente a las costas de Bretaña por su accidente del 16 de marzo de 1978,
Erika, de nuevo en Bretaña en 1999
En 1976, el Argo Merchant encalló sobre el cordón pesquero al sureste de la isla de Nantucket, Massachusetts con 7,7 millones de galones de fuel oil

Capaz no sabe que el 12 por ciento de los derrames se originarían en accidentes de barcos. Y que las plataformas petroleras vierten unas 130.000 toneladas anuales al mar. Cada año, los océanos del mundo son contaminados por entre 3 y 4 millones de toneladas de hidrocarburos.

Hace poco, en el Mar del Norte se produjo el más grave de la década. La Shell informó que el derrame de crudo descubierto el 10 de agosto en uno de sus oleoductos del mar del Norte es el producto de no una, sino dos fisuras en sus instalaciones. Mancha negra de 37 kilómetros cuadrados a 180 kilómetros de la ciudad escocesa de Aberdeen.

 

 

El 12 de agosto, Shell hizo público el derrame petrolero en su plataforma Gannet Alpha, asegurando simultáneamente que sus técnicos tenían la situación bajo control.
No obstante, con 216 toneladas de crudo vertido, el incidente ha sido reconocido por las autoridades británicas como la peor catástrofe petrolera en el mar del Norte desde el año 2000, cuando 500 toneladas fueron a dar a las aguas que bañan las costas de Gran Bretaña, Noruega, Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, Bélgica y Francia.
Claro que al principio se dijo que estaba todo bajo control. Igual que en Fukushima. Igual que en el Golfo de México….
La lista penosamente sigue.
El problema del camino del petróleo no es solo calentamiento global. No es solo los vertidos accidentales en los campos petroleros. No es solo los gases de combustión cotidianos. No es solo la violación a derechos humanos y de comunidades todas en países africanos o árabes. También es esto. Que como pasa lejos, o pasa en el medio del mar y no se ve, sale en un diario un día, y después ya no más, y… a otra cosa mariposa.
Pero, ¿a otra cosa mariposa?
Hasta cuándo seguiremos dándole tan poca permanencia y tan poca lectura de causas y efectos a los episodios que nos ponen de narices con la insensatez humana? En este caso puntual, con busques monocasco que siguen andando de acá para allá, o con plataformas en zonas frágiles cuyos técnicos juran y perjuran que nunca nada malo sucederá allí?
Creo, a estas alturas que al mundo de la tecnología le hace falta agachar un poco la cabeza y asumir con humildad que no todo es posible de calcular, y menos aun de controlar cuando se sale de madre. Capaz que con un poquito de autocrítica y un poco menos de corrupción, las cosas empezarían a ser menos peligrosas que este mono con navaja que nos metió en casa la perfecta ciencia de los hombres.