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Editorial del Programa ECOS del día 17 de Octubre de 2015

 

Remediación de la CNEA flojita de papeles

 

 

Ustedes saben que le vengo siguiendo el ritmo a la CNEA en términos de remediación de pasivos ambientales.
Digo especialmente los pasivos ambientales de las minas de uranio abandonadas a su suerte en diferentes puntos del país, o que amagaron y empezaron a ejecutar el programa PRAMU de remediación, y luego, se fueron silbando bajito.
En verdad no es mucho esfuerzo seguirlos. Porque en verdad poco hay para seguir.
De hecho, casi 300 días de demora, por dar un ejemplo, en el expediente de Sierra Pintada (mina de uranio en San Rafael, Mendoza) en la Secretaría de Ambiente de la provincia.
Allá, entre los años 1979 y 1997, se generaron residuos de la actividad minera y de la concentración de mineral, más los de la planta de purificación y conversión a dióxido de uranio ubicada en la ciudad de Córdoba (DIOXITEK S.A.) que los trasladaron hasta allá y ahí me los olvidé.
Aguas de cantera, minerales marginales, escombreras de areniscas o de tobas estériles, colas de tratamiento y precipitados sólidos, lodos de precipitación. Todo eso, sin tratar desde hace 20 años.
A los amigos de la CNEA apenas les empezaron a pedir que limpien lo que ensuciaron, dijeron: no tenemos plata. Hagamos una cosa: ustedes nos dejan reabrir la mina, y con lo que ganemos, vamos viendo cómo limpiar.
Usted le creería?
Yo no. Y de hecho no les creyó nadie, y dijeron: vengan y explíquenlo bien en la audiencia pública.
Pero ese dia, los muchachos se olvidaron de ir… y la CNEA faltó a la audiencia pública para no enfrentar los argumentos ambientales, sociales, legales y técnicos que afirmaban que era una payasada creerle a alguien que durante 20 años nos ha venido mintiendo, dejando sus residuos peligrosos por ahí nomás, en que ahora se portaría bien y haría las cosas como corresponde. Porque no hay ni un solo pequeño indicio que diga que las van a hacer bien.
¿Sabe qué pasa? Si la CNEA desnuda el gigantesco costo que tiene remediar sus residuos, se va a pique el argumento de la Argentina nacional y nuclear, comprende?
Si la CNEA suma a la lista de gastos que conforman el costo del kilowatt hora las dos décadas y el agujero negro de plata que salió Atucha 2, mas el basurero nuclear que no existe y sus miles de años de custodia, más la remediación de todo lo que han dejado por ahí tirado, el valor del kilowatt hora haría empalidecer al propio Fermi.