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Editorial del Programa ECOS del día 31 de Octubre de 2015

 

Glifosato en gasas y tampones

 

 

Quería abrir este programa contando que la Red Universitaria de Ambiente y Salud - Médicos de Pueblos Fumigados (Reduas), a través de su coordinador, el Médico Neonatólogo Medardo Ávila Vásquez, como corolario del 3° Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados, realizado los días 15,16 y 17 de Octubre de 2015 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, solicitó la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a los efectos de que se conmine al Estado Argentino a que adopte de modo urgente medidas eficaces para poner a resguardo la salud y vida de los niños, niñas adolescentes que viven en el país, de la exposición directa e indirecta a los agrotóxicos, ya sea por las fumigaciones áreas y terrestres en los cultivos extensivos e intensivos en más de 30 millones de hectáreas del territorio argentino, como por el consumo de alimentos con residuos de aquellos, respectivamente.
En la presentación ante el organismo de Derechos Humanos, se adjuntaron informes y pruebas contundentes que dan cuenta que el modelo de producción agropecuaria y de alimentos asociados al uso de agrotóxicos conlleva una situación de riesgo de daño grave e irreparable a la salud humana, del que se derivan consecuencias sanitarias como el aumento considerable de enfermedades graves: cáncer, leucemia, malformaciones, abortos espontáneos, lupus, etc., que los médicos de distintas localidades y provincias del país vienen denunciando desde hace años.
En efecto, Reduas enuncia datos epidemiológicos que acreditan el aumento considerable de la tasa de cáncer en las localidades rurales, asimismo el crecimiento exponencial de la tasa de malformaciones congénitas, en las provincias donde predomina el uso de paquetes agroindustriales compuestos por semillas genéticamente modificadas y agrotóxicos.
Bajo esas consideraciones se advierte que en la actualidad se aplican y se utilizan en el proceso de producción de cultivos extensivos como intensivos más de 350 millones de litros de agrotóxicos, contra los 80 de litros que se utilizaban en los años 90.
Que ese incremento abrupto del uso de agrotóxicos en la actividad agro industrial acompaña en paralelo al aumento de los registros de malformaciones congénitas y tasas de cáncer que denunciaron los profesionales de la medicina en el 3° Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados, realizado en la Universidad de Buenos Aires.
El requerimiento ante el organismo internacional, fue elaborado y patrocinado por la Red de Abogados de Pueblos Fumigados.
Además, quería contar que investigadores de la Universidad Nacional de la Plata se pusieron a revisar si había glifosato en algodón, gasas, hisopos, toallitas y tampones, y hallaron que el cien por ciento de los algodones y gasas estériles contienen glifosato o su derivado AMPA. El trabajo lo realizó el doctor en Química Damián Marino, quien oportunamente buscó (y halló) glifosato en todas las muestras de lluvia que durante muchos mese tomaron en la región pampeana.
Así las cosas, y todavía se insiste en que las buenas prácticas agrícolas lo solucionan todo.