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Editorial del Programa ECOS del día 12 de Diciembre de 2015

 

Dónde van los efluentes líquidos de Pilcaniyeu?

 

 

Escuchábamos el otro día que la ex presidente de la nación había inaugurado la planta de uranio en Pilcaniyeu…
El módulo experimental de enriquecimiento de uranio del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu de la Comisión Nacional de Energía Atómica, había sido instalado el 13 de febrero de 2015 pero se olvidaron de avisar qué iban a hacer con el volcado de efluentes a cursos de agua cercanos. Se presentó entonces una consulta a la Legislatura con un pedido de informes para conocer los recaudos que se fuesen a tomar. Averiguar sobre las autorizaciones que deben ser otorgadas para la utilización de agua pública para el volcado de efluentes fuera de las instalaciones de la planta ubicada a unos 60 kilómetros de Bariloche.
El estudio de impacto ambiental da cuenta de que la planta de tratamiento de efluentes posee dos líneas diferentes de proceso, de fluoruros/uranio y solamente fluoruros. Para la primera posee una pileta de descarga de 12.000 litros de capacidad "teniéndose previsto realizar cuatro vertidos de líquidos al río (Pichileufu), a razón de uno por cada dos meses de operación de la planta, aproximadamente". La cantidad máxima de esos desechos a ser descargados por año se estima en 224 gramos de cada uno de los contaminantes, los cuales estarán contenidos en un volumen total de 48 metros cúbicos.
La segunda línea, de fluoruros, tiene las mismas características en este sentido, aunque con una cantidad máxima permitida de 240 gramos.
La secretaría provincial de Ambiente y Desarrollo Sustentable estableció varias exigencias que deberá cumplir la CNEA relacionadas con la operación de la planta, y que buscan garantizar la calidad del agua, del suelo y el destino de los efluentes. Son "obligaciones ambientales" que fijan la prohibición de eliminar los efluentes con fluoruros en el humedal natural, vecino al río Pichileufu. Le exige a la CNEA que trate, acondicione y almacene los efluentes líquidos dentro del complejo.
La secretaría de Ambiente le impone además la obligación de realizar muestreo de aguas; análisis físico/químicos con informes cada cuatro meses; monitoreos de sedimentos con datos sobre fósforo, nitrógeno y carbono y evaluación periódica de la "fauna bentónica", es decir la que vive en el lecho del espejo de agua. También deberá presentar un monitoreo mensual de los efluentes de la planta de tratamiento de líquidos cloacales e informes periódicos sobre el desempeño del "equipo lavador de gases". Esos son temas menores, al lado de los primeros.
Así, vemos que en agosto de este 2015 el Departamento Provincial de Aguas no autorizó a la Comisión Nacional de Energía Atómica a enviar líquidos de la planta al río Pichileufu, cuando el estudio de impacto ambiental preliminar por la CNEA con carácter de declaración jurada, contemplaba esa posibilidad.
Nada más se ha dicho de esto… hasta la inauguración del otro día. Amigos, ¿qué pasó? Otro secreto más de la CNEA?