Editorial del Programa ECOS del día 8 de Octubre de 2016
Más OMGs aumenta el uso de herbicidas
Ustedes recuerdan perfectamente cómo el argumento principal de los transgénicos era que iban a reducir el uso de agroquímicos biocidas.
Pues parece que nos han engañado como a chicos.
Ya lo sabemos debido al desastre que cunde de intoxicaciones y problemas asociados, pero ¿alguien lo midió exactamente?
La adopción de cultivos transgénicos redujo el uso de insecticidas, pero aumentó la utilización de herbicidas para eliminar malezas cada vez más resistentes, indica el estudio publicado en setiembre en la revista Science Advances.
Cuatro economistas de distintas universidades estadounidenses, dirigidos por la casa de altos estudios de Virginia, estudiaron los datos desde 1998 hasta 2011, de más de cinco mil productores de soja y maíz en Estados Unidos.
Y encontraron que desde 2008 los cultivos modificados genéticamente representan más del 80 por ciento de las plantaciones de maíz y soja en Estados Unidos. Que las semillas del grano dorado se modifican en dos genes: uno mata los insectos que se alimentan de ella y otro permite que la semilla tolere el glifosato.
Los productores de maíz que utilizan dichas semillas, resistentes a los insectos, consumen aproximadamente un 11,2 por ciento menos insecticidas que los agricultores que no utilizaron maíz modificado genéticamente. Pero esos agricultores que no quisieron transgénicos, utilizaron 1,3 por ciento menos herbicida durante un período de 13 años.
Pareciera poca diferencia, pero ¿qué pasa en los cultivos de soja?
Se produjo un aumento en la aplicación de herbicidas de un 28 por ciento en el caso de los transgénicos.
Esto sugiere que las malas hierbas son cada vez más resistentes y los agricultores se ven obligados a explotar los productos químicos en mayor cantidad. La investigación indica que el crecimiento continuo del manejo de herbicidas plantea un grave problema ambiental ya que grandes dosis de químicos pueden dañar la biodiversidad y aumentar la contaminación del agua y el aire.
En resumen: descubrieron que la adopción de la soja genéticamente modificada correlaciona con un impacto negativo sobre el medio ambiente, debido a un mayor uso de herbicidas, y el aumento de la contaminación de los ecosistemas locales.
Habían desembarcado para dejar de usar estas sustancias y resulta que la tienen que echar a balde!