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Editorial del Programa ECOS del día 19 de Noviembre de 2016

 

Encadenar la realidad para que no se escape

 

 

Una situación muy extraña han vivido los compañeros del equipo de Salud Socioambiental de la Facultad de Medicina de la UNR
Allí existe el Instituto y la Materia de Salud Socioambiental y la Práctica Final de la Facultad de Ciencias Médicas, recordaran que hablamos de los Campamentos Sanitarios que hacen como trabajo integrador de toda la carrera.
Damián Verzeñassi, responsable de los campamentos, viajo a la Haya y dio el discurso que escuchamos en el Juicio contra Monsanto, en el cual contaba todo lo que habían hallado en sus relevamientos epidemiológicos.
Apenas se conoció en el mundo que esto pasaba en Argentina, el viernes 28 de octubre el equipo (sin Damián, que estaba regresando) se encontró con la puerta de la oficina donde guardan las cajas con las encuestas de los campamentos sanitarios y todos los materiales de trabajo, cerrada con cadenas y candado.
El decano de la Facultad Nacional de Rosario Ricardo Nidd ahora dice que él no dio la orden de encadenar el archivo de las 96.800 historias clínicas de vecinos de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires, que padecen enfermedades asociadas a los biocidas.
Pero si, echó de su cargo de Secretario de Extensión al profesor adjunto de la Práctica Final, Gastón Palacios, que días antes había difundido en medios de comunicación los resultados de los campamentos sanitarios. E hizo lo mismo con la Subsecretaria de Bienestar estudiantil, co-responsable de la materia Salud Socioambiental, Giovana Bonisoli.
Parece ser que el Ministro de Salud lo apartó en una cena al Decano y le dijo que haga callar a estos chicos, porque esos resultados asustaban.
Y ahí fue que salió en los diarios esa foto de las cadenas en la puerta de la sala del equipo.
En repudio a esas bravuconadas, renunciaron de sus cargos de gestión en la facultad, seis compañeros más de Damián, porque no querían seguir acompañando una gestión que mete cadenas para que no se conozca el problema sanitario.
El Ministro de Salud de Santa Fe salió a los medios a decir que quería ver esas encuestas porque eran temerarias y de base endeble.
Miles –literalmente miles- de mensajes, faxes, cartas y emailes (hasta de ex ministros de ambiente europeos) invadieron el despacho del Decano.
Y sacaron las cadenas.
Los docentes llamaron a Jurídicas, inventariaron todo lo que allí había, y se lo llevaron a buen recaudo, no sea cosa que venga un viento y desaparezcan esos 96.800 registros.
Se escucharon versiones de hacer un juicio ético al equipo de Salud Socioambiental porque ¿cómo pueden andar diciendo por ahí que los biocidas están enfermando a la gente, en una provincia aliada y sometida a la agricultura industrial?
Calma chicha por el momento.
Pero esta historia, continuará…