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Editorial del Programa ECOS del día 9 de Septiembre de 2017

 

Muerte por plaguicidas del niño José Carlos Rivero

 

 

La semana pasada confirmaron el procesamiento al productor tomatero Oscar Candussi, único imputado por homicidio culposo debido al uso de pesticida para la fumigación de sus campos, lo que causó la muerte de Carlos Rivero, de 4 años. Se espera que la causa llegue a juicio el año que viene.
La Cámara Criminal de Corrientes Capital rechazó un recurso de apelación y confirmó el procesamiento del acusado de cometer el asesinato del menor de 4 años. Recordarán que se trata del segundo caso de este tipo que en Argentina llegará a juicio oral, ambos en la Provincia de Corrientes.
El abogado querellante es Julián Segovia, integrante de la Fundación Infancia Robada.
Carlos Rivero murió envenenado por un agrotóxico organofosforado, detectado en el niño en un análisis de orina que le hicieron en el hospital de Goya y es el tipo de agrotóxicos que se usan en las tomateras. Además, las pericias encontraron esta sustancia en las hojas de las plantas de tomate del establecimiento hortícola y en el cuerpo de los cerdos muertos en la propiedad de la familia Rivero.
Los plaguicidas organofosforados son compuestos de síntesis, en general altamente tóxicos, (de hecho, se usaron en la guerra como ‘gases nerviosos’, entre los que se encuentran el sarín, tabún y somán, que se desarrollaron de manera especial a partir de la Segunda Guerra Mundial).
José Carlos Rivero tenía 4 años de edad y quería vivir. Peleó hasta el final por su vida mientras duró su internación en el Hospital Garrahan de Buenos Aires.