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Editorial del Programa ECOS del día 8 de Diciembre de 2018

 

Los residuos de plaguicidas en vegetales, siguen allí

 

 

Como cada año, el departamento de Bromatología municipal de General Pueyrredón, provincia de Buenos Aires, nos facilitó amablemente el resultado de sus últimos análisis de los residuos de plaguicidas hallados en nuestras verduras de consumo. Recordamos aquellas épocas en las que cada vez que solicitábamos los resultados, había que atravesar un intríngulis legal y administrativo, pues se retaceaban los hallazgos. Eso ha quedado atrás, y ahora afortunadamente los ciudadanos podemos conocer qué es lo que comemos. Pero, ¿podemos comer tranquilos? Estos años de esfuerzos oficiales a través de inspecciones, análisis y hasta destrucción de cultivos contaminados, ¿fueron suficientes?
Desde BIOS revisamos la metodología que se aplica para la toma de muestras, básicamente su frecuencia y períodos. Observamos un muestreo errático, con variaciones tanto en número de muestras por período como especies estudiadas. Esto se refleja en un informe un tanto caótico, que varía períodos de análisis (una vez meses, otra vez años) además de cambiar las variables estudiadas. En los períodos más actuales, por ejemplo, no se especifica si la inaptitud de las muestras así categorizadas se debe a desvío de uso o a superar el Límite Máximo Residual (LMR).
Desde BIOS creemos en la necesidad de aunar criterios en los informes, particularmente en lo estipulado internacionalmente para el informe de datos científicos, en el que cifras relativas deben ir ineludiblemente acompañadas por cifras absolutas para su correcta interpretación.
Pese a estas dificultades metodológicas para evaluar los resultados y compararlos, hemos podido constatar que entre el informe 2017 y el 2018, se han hallado ahora mayor variedad de agroquímicos (22 y 30 respectivamente), en las muestras positivas.
Significa que entre 2017 y 2018 AUMENTÓ LA VARIEDAD DE SUSTANCIAS halladas.
Por otro lado, si bien la proporción de muestras aptas para consumo se mantuvo estable, HA IDO DISMINUYENDO PROGRESIVAMENTE EL PORCENTAJE DE VEGETALES CON AUSENCIA TOTAL DE AGROTÓXICOS (lo que no necesariamente los convierte en “inaptos” según este documento).
Desde el inicio del Programa a Julio de 2018, se reporta que:
- Los agrotóxicos hallados en mayor proporción de muestras fueron: Clorpirifos etil, Lambdacialotrina, Bifentrin, Cipermetrina, Azoxistrobin.
- Las especies halladas inaptas más frecuentemente entre noviembre de 2013 y Julio de 2018 fueron apio, perejil, lechuga, acelga, cebolla de verdeo, espinaca, repollo, frutilla, limón, arándanos, kiwi, naranja, pelón, pera.
- Desde el inicio del Programa a febrero de 2017, se reporta que los agrotóxicos hallados en mayor proporción de muestras fueron: Clorpirifós etil, Lambdacialotrina, Bifentrin, Cipermetrina, Procimidona, Permetrina, Acefato.
- Las especies halladas inaptas más frecuentemente entre noviembre de 2013 y febrero de 2017 fueron apio, perejil, lechuga, acelga, morrón, cebolla de verdeo, naranja, pelón, frutilla, limón, pera, kiwi, arándanos.
Sugerimos a las autoridades municipales que revisen con criterios estadísticos, la forma y períodos de las tomas de muestras, así como se sostengan en el tiempo los objetivos, para poder hacer seguimientos y proyecciones, antes que reunir datos imposibles de comparar.
Alertamos sobre la peligrosidad de las sustancias halladas. Nos asusta que justamente el agrotóxico primero de la lista en cantidad y frecuencia hallado en los análisis sea el clorpirifos, que ha sido prohibido este año por la EPA (la Agencia de Protección Ambiental de los EEUU) debido a los probados daños cerebrales que genera.
Concluimos que el problema continúa. Estamos convencidos de que la reconversión agroecológica es LA UNICA alternativa a este modelo químico, que aun con controles, buenas prácticas agrícolas y penalizaciones, no deja de ser una amenaza cierta, comprobada y recurrente a la salud de todos los consumidores.