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Editorial del Programa ECOS del día 1 de Junio de 2019

 

Otra vuelta a las represas del Río Santa Cruz

 

 

Volvamos un poquito al tema de las represas sobre el Rio Santa Cruz, tema sin dudas no zanjado.
Cada día aparecen cosas nuevas, y resulta ya increíble que no se termine de desechar el proyecto.
Hace pocos días, representantes de las comunidades indígenas de Santa Cruz denunciaron que la UTE que construye las represas y el Estado incumplen con varios puntos a los que están obligados.
Sergio Nahuelquir es longko del pueblo mapuche-tehuelche, y reclamó que hace más de un año que existe una orden judicial que indicaba que en 20 días se tenía que confirmar una mesa de diálogo para coordinar la consulta que se debía realizar a representantes de pueblos originarios, lo que aún no se cumple. Y ha pasado un año.
En agosto del 2017 un recurso de amparo motivó al juez federal de Río Gallegos, a convocar la conformación de una mesa de diálogo, ya que es mandatoria la consulta previa que establecen convenios internacionales a los que adhiere Argentina.
Otro incumplimiento que también se denuncia es la participación de dos veedores de las comunidades en los trabajos que se realizan en los lugares sensibles, ya que hay tierra removida, y obradores y no hubo veedor alguno.
Pero la cosa es que en esos movimientos de tierra y revoleos patagónicos, como parte de los estudios de impacto ambiental y de los mismos trabajos, se han encontrado yacimientos de comunidades de pueblos originarios.
Las comunidades también reclamaron sobre un supuesto “Museo del Sitio” adonde el gobierno, por su lado e inconsultamente decidió abrir para poner todos los restos que encuentren al pasar con las topadoras. ¿Restos humanos de enterramientos indígenas? ¿Restos fósiles?
Nada de eso fue consultado previamente con las comunidades, en violación del convenio 169 de la OIT.
Por otro lado, un documento que sienta una postura muy crítica hacia la obra de las represas sobre el río Santa Cruz, y advierte sobre varios impactos al medio ambiente, estaba firmada por la Administración de Parques Nacionales.
Cuando se emitió ese documento, los amigos de la represa empezaron a hacer circular la falsa noticia de que ese documento era falso, y que Parque Nacionales, no había dicho nada sobre el tema.
Pero Parques Nacionales admitió como auténtico el informe como contestación a un oficio en el que la justicia le solicitaba sobre ese material.
En el documento, APN concluye que no están claros los potenciales impactos en el estuario del Río Santa Cruz (modificación en los sedimentos que se descargan, flujo de agua y posibles cambios en la temperatura inciden sobre las especies que viven y utilizan el área como las toninas overas y la avifauna, entre otras) ni las consecuencias que puedan tener sobre el área marina del Parque Nacional Monte León. Es un informe de 2015, que al comprobarse como auténtico, adquiere el carácter de pericia.
Recordemos que luego de sacarle el nombre de los ex presidentes y volverles a poner Cóndor Cliff y La Barrancosa, el tamaño de las presas fue reducido al igual que el número de turbinas, y se hizo un nuevo Estudio de Impacto Ambiental, en el que por ejemplo se asegura el desacople del lago de embalse con el lago Argentino.
Aun concediendo lo del desacople (cosa para las ONGs no están garantizado), el documento de Parques Nacionales menciona varias afectaciones al ambiente, aguas debajo de las represas. Cuestiones sociales, paleontológicas, faunísticas, en fin, que la historia tiene para rato.