Skip to: Site menu | Main content

Editorial del Programa ECOS del día 12 de Junio de 2021

 

¿Agua bendita? No, radiactiva

 

 

La cosa no está fácil entre Corea del Sur y Japón.
¿Se acuerda de Fukushima? 11 de marzo 2011, terremoto y posterior tsunami que se llevó puesta la planta nuclear de la ciudad. En todos estos años no han podido acceder al núcleo accidentado, y se han limitado a sacar toda la gente posible de las inmediaciones (mucha de la cual nunca podrá regresar), levantar la tierra de la región y meterla en bolsas negras de plástico, apilarlas y crear gigantescas colinas tapándolas con tierra no contaminada. Y claro, mantener frío el reactor para que no se vuelva a encender solo, o provoque quien sabe qué otra cosa. Y digo bien “quien sabe qué otra cosa”: fíjese lo que está pasando en Chernobyl, cuando los nuclearistas del mundo ya estaban frotándose las manos para decir que habían pasado página del accidente y nada más malo podía suceder allí… zás!: el núcleo accidentado, debajo de sucesivos sarcófagos, despertó y empezó a fisionar de nuevo, a 35 años del accidente.
Como sea, para enfriar el núcleo del reactor, como recordará, en Fukushima había que echarle agua fría… y más agua fría. Y once años de agua fría. Y ponerla en alguna parte: miles y miles de gigantescos tanques de chapa, esperando a…
Cri cri. ¿esperando qué? Nadie lo sabía con certeza. Claro, la ciencia, que nos había metido en este atolladero, ahorita vendría con algún nuevo invento y nos sacaría de él.
Pero no. La mala noticia es que hay atolladeros en los que los humanos nos hemos metido solitos por jugar con cosas que no estaban a nuestra escala. Como el nene que juega con fósforos en una papelería.
Y en Fukushima ya no hay más lugar para el agua, y como les mencioné en otros programas, hay que volcarla en algún sitio, y ese lugar elegido es… el mar.
En la apertura de la Asamblea Mundial de la Salud de las Naciones Unidas, durante su discurso de apertura, el ministro de Salud y Bienestar Social de Corea del Sur, Kwon Deok-cheol, pidió que se verifique esa loca información de que Japón había decidido descargar en el océano agua radiactiva.
Kwon dijo que Corea desea la transparencia de información por parte del Gobierno japonés, (que, dicho sea de paso, están enfrente de Japón) enfatizando que la descarga de agua radiactiva en el océano no debe llevarse a cabo sin discutirlo previa y seriamente con los países interesados, puesto que es un asunto sin precedentes. Y le pidió a la comunidad internacional, como la OMS y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que haga algo.
Sin embargo, Japón salió a refutar al ministro coreano. Saita Yukio, embajador de la misión permanente japonesa ante Ginebra, le dijo que Japón ha estado explicando, de manera transparente, (no puede ser de otra manera si hablamos de agua) sobre la descarga del agua radiactiva.
El diplomático japonés alegó que el OIEA reconoció que Japón puede ejecutar técnicamente la descarga del agua contaminada en el océano, y que esto se adhiere a las prácticas internacionales. Mencionó también que el Gobierno japonés tomará las medidas basadas en los estándares y prácticas internacionales, teniendo en cuenta los efectos sobre la salud y la seguridad de las personas, así como sobre el medio ambiente.
Y fíjense que interesante: el japonés, usó el término de agua tratada con el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos, en lugar de agua contaminada con radiación. Como cuando querían que Australia nos mande residuos nucleares disfrazados bajo el nombre de “combustible nuclear agotado” ...
El embajador de Surcorea ante Ginebra dijo que espera que se logre una verificación objetiva y suficiente, pero que participe la comunidad internacional, y que se divulgue información, y se discuta con los países interesados.
Interesante, ¿no? a todo esto me acuerdo de los primeros partes de TEPCO, la empresa a cargo de la central nuclear, que mientras veíamos por tv la central ardiendo, decía al mundo que “estaba todo bajo control”.
Cosa loca, ¿no? como digo siempre, una de las patas de la energía nuclear es inevitablemente el ocultamiento y la mentira...