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Editorial del Programa ECOS del día 3 de Julio de 2021
Metoxicloro, palo y a la bolsa
Voy a ser extremadamente breve porque hoy hay dos entrevistas larguitas, pero no quería abrir sin mencionar esto: En su decimosexta reunión, del Comité de Examen de Nuevos Compuestos Orgánicos persistentes del Convenio de Estocolmo (que son quienes deciden qué químico resultó se malo o malísimo y le dice a los países que lo prohíban, aunque los países se tomen su tiempo para hacerlo..) se decidió que el perfil de riesgo del plaguicida metoxicloro era tan alto que deben ser evaluadas las posibles medidas de control y alternativas para su sustitución. Se concluyó que es probable que el metoxicloro produzca efectos adversos significativos para la salud humana y el medio ambiente, por lo que se justifica una acción mundial.
El metoxicloro es utilizado como insecticida contra una amplia gama de plagas en, por ejemplo, hortalizas, frutas, plantas ornamentales, ganado y mascotas, y hasta para plagas generales como mosquitos y moscas, tanto en entornos agrícolas como en entornos domésticos.
La producción de metoxicloro alcanzó su punto máximo a fines de los ´70 y al observar sus efectos adversos se prohibió en EEUU en 2004 y muchos países han eliminado la producción y el uso.
La cosa es que en los análisis que se hacen de frutas verduras aquí en nuestra ciudad, sigue apareciendo.
Si se agrega al convenio de Estocolmo, Argentina estará obligada a prohibirlo. Pero, aun cuando hace casi 20 años fue prohibido en varios países del primer mundo, aquí se sigue usando.
Quería abrir hoy comentando uno de los miles de químicos que nos rodean. Y después nos preguntamos por qué las enfermedades emergentes.
