Editorial del Programa ECOS del día 4 de Septiembre de 2021
Represas empecinadas y hombres necios
Tras cuestiones oscuras de corrupción, cambios de nombre, una audiencia pública compuesta por un 98% de los expositores oponiéndose fuertemente con argumentos técnicos, una falla geológica en el lugar, y movimientos sociales reclamando el cese del proyecto, la obra de las represas sobre el río Santa Cruz sigue adelante.
Yo no sé si habrá habido alguna obra con tanta oposición científica, social, indígena, conservacionista, política, económica, que empecinadamente siga adelante. Y que, en una situación de fuerte crisis económica, de pronto el gobierno le derive 170 millones de dólares (aun cuando el dinero chino que debiera haber llegado tampoco llegó) de una economía exhausta.
Ya no es claro si se llaman complejo Hidroeléctrico Cóndor Cliff - La Barrancosa o Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
Tampoco qué va a pasar con el macá tobiano, cuyo futuro es más bien negro si esta presa se hace. O con los originarios que a sus orillas viven. O con las barrancas con restos fósiles sobre los que se quedó con ganas de trabajar el viejo Darwin, que lo navegó. Ni con el glaciar Perito Moreno, sobre el cual numerosas voces técnicas se alzaron para avisar que la obra podría impactarle. El Santa Cruz es uno de los pocos ríos no intervenidos que quedan en el mundo.
A la fecha, estamos presenciando un planeta en crisis ambiental sin precedentes. Cada factor de esta crisis se produjo porque un grupo de “técnicos” fueron contratados para ponerle el ok a proyectos, asegurando que nada iba a pasar. Pero pasó.
Seguimos tropezando con la misma piedra, y eso además de suicida, es muy frustrante.