Editorial del Programa ECOS del día 6 de Noviembre de 2021
¿Hay realmente grandes y pequeños problemas?
Hoy quería abrir con un cuento.
Porque nos sucede muchas veces que perdemos perspectiva. De pronto los graves problemas de mi vecindario nos abruman y nos importa poco lo que sucede más allá. O bien estamos todo el tiempo mirando aquello de más allá (como si existiese un más allá y no estuviéramos todos en la misma palangana terrestre) como el cambio climático, la deforestación, el agotamiento de los océanos, las fugas de radiación de las centrales nucleares… cosas que tal vez nos suenen lejanas, de las que bien pueden ocuparse otros.
¿Cómo hallar el justo punto de mira? ¿Cómo ajustar el zoom y ver tanto lo pasa en el horizonte (pues claramente también nos afecta) como lo que pasa entre nuestros pies? Indudablemente es un difícil y cuestionable equilibrio, que será personalísimo. Pero suelo mirar con más desconfianza a aquéllos que están en las Grandes Cosas, y vuelan de reunión en reunión para temas extremadamente globales, y necesarios, pero no miran ni siquiera para abajo desde las ventanillas del avión, para ver qué pasa ahí en el suelo.
Creo que el minicuento del gran escritor argentino Marco Denevi puede ayudarnos a tener un elemento más para nuestro análisis:
“Los Monos dijeron:
-¿Quién mejor que la Jirafa para vigilar si se aproxima un enemigo? La nombraron, pues, Guardián del Reino.
Y mientras la Jirafa vigilaba el horizonte, ellos, sentados en el suelo, charlaban y discutían animadamente.
A la noche, todos los Monos estaban muertos, envenenados por los escorpiones, mordidos por las víboras, devorados por las chinches, asesinados por las arañas, comidos por las pulgas.
Entretanto la Jirafa seguía vigilando los remotos horizontes.”
Marco Denevi