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Editorial del Programa ECOS del día 19 de Febrero de 2022

 

¿Nuclear sustentable para la Unión Europea?

 

 

Alianza por el Clima es una unión de muchas personas y organizaciones en el planeta que buscan levantar conciencia y acción ante el cambio climático.
A finales del 2021, justito el 31 de diciembre, la Comisión Europea envió un documento en el cual clasifica las inversiones sostenibles para ser promovidas en el viejo continente. Y resulta que allí incluyen el gas y la energía nuclear como actividades “verdes”.
Por un lado no sólo eso impide alcanzar los compromisos climáticos que la propia Unión Europea se ha propuesto, sino que derivaría recursos económicos que hubieran ido al avance de las energías renovables y aún peor, las campañas y acciones concretas para el ahorro y la eficiencia energética, imprescindibles en este contexto planetario.
Se trata de un borrador de propuesta que debería servir para ubicar en qué rol ha de quedar a futuro la energía nuclear y el gas en el proceso mandatorio de la transición ecológica.
Ese documento va a ser la base en la cual se va a decidir un nuevo sistema europeo al cual se le va a invertir miles de millones de euros.
Y claramente la nuclear no debe estar en la lista. El Lobby nuclear es tremendamente fuerte, pero esta adicción a la lista de opciones renovables, es un sinsentido.
Esa lista dice contener actividades económicas ambientalmente sostenibles según criterios basados en la ciencia, que contribuyan de forma sustancial al menos a uno de los objetivos ambientales fijados en el propio Reglamento de Taxonomía y que no produzcan daños significativos a ninguno de los otros objetivos.
Qué requisitos mencionan para considerar verde a la energía nuclear? tener un plan y fondos necesarios para deshacerse de los residuos radiactivos, es uno. Caramba! Hasta ahora mandarlos a Siberia (como viene haciendo Francia), tratar de arrojarlos al mar (como hicieron durante muchos años) o de mandarlos a la Patagonia (como también intentaron), o de ir pala en mano buscando infructuosamente algún lugar adonde la gente no se oponga. Salvo Finlandia (que está haciendo su propio basurero) lo demás son espejitos de colores. Nada concreto, y menos, nada científico.
Así, Alianza por el Clima, (y sus numerosos colectivos ecologistas, sociales, sindicales, agrarios y agroecológicos) exige al Europarlamento y al Consejo de Europa el veto de esta propuesta. Los legisladores tendrán cuatro meses para analizar la cosa y plantear objeciones.
¿Qué pasará…?