Editorial del Programa ECOS del día 26 de Febrero de 2022
El fin del mundo, ¿solo en Netflix?
No es que una quiera ponerse apocalíptica, pero ¿no les parece que cada vez hay más series y películas que tratan sobre el fin del mundo?
Desde catástrofes climáticas hasta cometas que chocarán, o escasez de agua masiva, o desertificación. Si pone en el buscador o en Netflix películas distópicas va a encontrar un montón. Si va a ciencia ficción, lo mismo. Ya no es el arte de crear dispositivos capaces de llegar a planetas distantes, sino más bien de lograr buscar adónde el ser humano puede ir si acaso la catástrofe acaece.
Claro que, si miramos el futuro hídrico en los datos oficiales, o si vemos las evoluciones del aumento de temperatura planetaria o los eventos extremos que van sucediendo cada vez con más frecuencia. Y si tenemos ganas de cruzarlos con erupciones o tsunamis, y si encima los ponemos a la par derrames de petróleo, centrales nucleares al borde del colapso o enviando agua radiactiva al mar… y si le echamos un ojo a las epidemias y corrimiento de las fronteras sanitarias que han llevado enfermedades tropicales a límites insospechados… qué se yo… pareciese que la ciencia ficción se está quedando corta.
Ya sabemos que en Svalbard hay una caja negra de semillas, para cuando las semillas estén desapareciendo y con ellas la comida.
Hay otro de variedades de papas en la zona andina, y así hay enclaves en los cuales se guarda germoplasma congelado… por si acaso.
¿Pero si llega ese “acaso”?
Hay un proyecto que instalará una suerte de "caja negra" en la isla de Tasmania (al sur de Australia) para registrar los cambios climáticos que puedan ocasionar el fin de la civilización.
Esa estructura (que tiene una forma muy rara) corresponde al proyecto llamado Earth's Black Box y es una instalación de acero gigante que se llenará de discos duros alimentados por paneles solares, cosa de hacerla independiente de los suministros externos.
Cada disco duro va a incluir información permanentemente actualizada y análisis científicos en tiempo real sobre los problemas relacionados con el cambio climático, la extinción de especies, la contaminación ambiental y los impactos en la salud.
Se busca que sea como la caja negra de un avión, que registra los momentos finales antes de estrellarse.
En este caso, si el planeta y en él la humanidad acaba sucumbiendo al cambio climático, alguien, una sociedad futura, extraterrestres, podría algún día averiguar qué es lo que ocurrió exactamente. En la suposición de que nuestro método científico es equiparable a los principios del universo, que son los mismos en cualquier parte. Porque si no, dentro de miles de años, si alguien encuentra esta caja negra, no creo que vaya a entender qué diablos son esos discos metidos en esas cajas.
Earth's Black Box va a registrar cada paso que demos hacia la catástrofe: datos, mediciones e interacciones relacionadas con la salud de nuestro planeta se recopilarán continuamente y almacenarán de forma segura para las generaciones futuras.
Netflix y Hollywood no están tan lejos de estar mostrándonos un futuro no muy lejano.