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Editorial del Programa ECOS del día 9 de Julio de 2022
Algunas cosas buenas que a veces pasan
Por si acaso se le ha pasado de largo esta información, le recuerdo que la Corte Suprema de Estados Unidos confirmó hace pocos días la condena contra el glifosato de Monsanto, rechazando el recurso de apelación de Bayer/Monsanto, que deberá pagar 25 millones de dólares a Edwin Hardeman, el agricultor que contrajo cáncer luego de muchos años de usar el herbicida Roundup de Monsanto, que contiene glifosato.
Cuando Bayer compró Monsanto hace 4 años, por US$ 63.000 millones, heredó las batallas legales de la compañía. Y aunque apela y apela, ha empezado a tener que pagar. Recordemos que hay miles (literalmente miles) de casos abiertos, y éstos son apenas la puntita del iceberg al que se enfrenta este Titanic-Bayer para los años que vienen. Previendo esto, el año pasado Bayer aumentó 4.500 millones de dólares a los 11.600 millones que tiene reservados como fondos para su programa de reclamos. Además de este caso, en 2019 ya tuvo la penalización con casi 87 millones a favor de Alva y Alberta Pillod, una pareja que contrajo el Linfoma de Hodgin.
Usted dirá: un caso, dos casos… son los primeros, y hasta ahora, Bayer/Monsanto no tiene ganado ninguno.
Por otro lado, quería resaltar que Brasil ha pedido al Mercosur aumentar los límites de contaminantes que pueden estar en la yerba. Eso preocupa al sector yerbatero de la provincia, pues es una medida que iría en contraposición de las exigencias que plantean mercados como Europa, con demanda de alimentos sanos. Por ello, se aprobó hace unos pocos días, por unanimidad, un proyecto de Declaración en la Cámara de Diputados de Misiones para “la protección de la producción de la yerba mate que garantiza el abastecimiento de productos genuinos, sanos, naturales, ambientalmente sustentables y con calidad e inocuidad”.
El sector productivo va rumbo a obtener un producto libre de contaminantes inorgánicos y de metales pesados bajo la leyenda “Salve y consuma la yerba mate misionera, elaborada íntegramente con materia prima de nuestra provincia”.
La República Federativa de Brasil planteó al Subgrupo de Trabajo N° 3 del Mercosur modificar la Resolución que indica como límite máximo 0,40 miligramos por kilogramo para cadmio y 0,60 miligramos por kilo para plomo, y el país vecino solicita elevar a 0,90 miligramos para cadmio y entre 1 y 1,20 miligramos para plomo en yerba mate. El planteo de Brasil se enmarca en el nivel de rechazo que arrojan los análisis de inocuidad, que realizan a su producto, al momento de exportar.
O sea, como les rebotan los productos, en vez de mejorar los productos, quieren bajar los estándares. Como hizo la CNEA cuando el Paraná bajó a menos de lo que los manuales dicen que tiene que tener para poder refrigerar las centrales nucleares y en vez de apagarlas, modificaron el manual…
