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Editorial del Programa ECOS del día 10 de Septiembre de 2022

 

Patatús climático

 

 

Estamos viendo cosas bien raras: el río Loire, el Rin, con sus barquitos apoyados en la arena seca del fondo. Incendios por todos lados, especialmente en la ardiente Europa. Se anuncia una espantosa sequía para el centro de Norteamérica. Acá, el Paraná no para de dar sustos. Y no se sabe si nevará lo suficiente en los Andes para los países que dependen de esa agua de deshielo, como Chile o nosotros mismos. Pero, ese cambio en el clima se desplaza por el globo, y hay quienes se pusieron a analizar qué pasará con las enfermedades en estos nuevos contextos.
Nature Climate Change, un grupo de investigadores de la Universidad de Hawái en Manoa, Estados Unidos, revisaron más de 70 000 artículos científicos, y llegaron a la conclusión de que más de la mitad de las enfermedades se agravarán por el cambio climático: el dengue, la hepatitis, la neumonía o la malaria, entre otras. Y hasta crearon un mapa interactivo donde se conecta cada riesgo climático con una enfermedad.
Las enfermedades patógenas evaluadas se transmiten principalmente por vectores, pero también encontraron ejemplos de casos de vías de transmisión por vía hídrica, aérea, contacto directo y alimentos. Y aseguran que hay demasiadas enfermedades y vías de transmisión para que pensemos que realmente podemos adaptarnos al cambio climático.
Y los científicos, preocupados, alertaron sobre 4 puntos que impulsarán esta situación.
El primero: Los peligros climáticos acercan los patógenos a las personas: los peligros climáticos están en aumento y se facilita la expansión de vectores y patógenos. Más temperaturas y más lluvias aceleran la expansión del área de mosquitos, garrapatas, pulgas, aves y varios mamíferos implicados en brotes de enfermedades.
Segundo: Los peligros climáticos acercan a las personas a los patógenos, ya que, debido a los fenómenos extremos, las personas se ven forzadas a migrar, aproximándose a otros patógenos que les eran desconocidos, como leptospirosis, giardiasis, gastroenteritis, cólera, salmonelosis, neumonía.
Tercero: Al ofrecerles un clima más apropiado, los patógenos se harán más resistentes, acelerando el ciclo de vida, el aumento de las temporadas y de la virulencia.
Y cuarto, el organismo tarda milenios en adaptarse, por lo que se disminuirá la capacidad humana de defensa ante los patógenos. El cambio climático altera la condición corporal, suma estrés por la exposición a condiciones peligrosas, y probable reducción de la atención médica.
Dicen los investigadores que ellos sabían que el cambio climático podía afectar las enfermedades patógenas humanas, pero que a medida que crecía la base de datos, se iban angustiando con la abrumadora cantidad de estudios de casos disponibles que ya muestran cuán vulnerables nos estamos volviendo a este nuevo planeta, con emisiones de gases de efecto invernadero en permanente aumento.